lunes, 30 de marzo de 2015

¿Vocación de profesora?

Supongo que  muchos de mis compañeros ya sabrían desde pequeños que querían ser profesores, ese no fue mi caso, yo quería ser periodista. Me gustaba mucho la literatura y por eso decidí hacer Filología Hispánica, sin embargo con el nuevo Plan Bolonia pude elegir un minor y por supuesto decidí hacer el de Comunicación.
Cuando acabé la carrera tenía que cursar un máster para completar mis estudios y la verdad que ninguno me llamaba especialmente la atención: "Lingüística"me parecía un infierno, otro tanto el de "Género y diversidad" y obviamente no entraba en mis planes prepararme como profesora de institutos (no me gustan demasiado los niños). Parecía que el más adecuado por tanto era el de Español Lengua Extranjera, algo parecido (creía yo) a las clases de idioma del instituto y que tanto me gustaban. Lo cierto es que nunca me disgustó el hecho de "enseñar" aunque tampoco nunca lo había mirado desde el punto de vista de la enseñanza de ELE. Lo que empezó como prácticamente una obligación pasó a convertirse en un hobby y hoy por hoy puedo decir que me gusta la enseñanza de ELE y que me gustaría ser profesora de español en un futuro (eso sí, si pueden ser asignaturas de literatura, mejor). Lo cierto es que este máster ha cambiado el modo en el que yo veía la enseñanza hasta el punto de que estoy dispuesta  (y de hecho es más que probable) a hacer el máster en Formación de profesorado de Secundaria.


lunes, 23 de marzo de 2015

Mi pequeña presentación

Soy Andrea Castaño alumna del Máster ELE. Estudié el Grado en Lengua Española y sus Literaturas en la Universidad de Oviedo. Este blog ha sido creado para la asignatura TIC y servirá para dar cuenta de la importancia de las nuevas tecnologías en la enseñanza.
Os dejo un poema de Pablo Neruda:


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo, "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera aguardarla.
La noche está estrellada  y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.